Para todos en alguna ocasión de nuestra vida se nos presentan retos y desafíos más grandes de lo que podemos imaginar pero como dice la Escritura “no con espada ni con ejercito, mas con su Santo Espíritu”
Eran ya las seis treinta del día seis de febrero de 2010 hora en que esperábamos la asistencia de los jóvenes a la primera fogata del año en curso, y aun no habían llegado, dieron las siete y llego la sociedad anfitriona Atexcac. Nuestro corazón se aceleraba cada vez más. Cuando eran las 7:30 pm el lugar estaba más lleno que una hora antes.
Beto y Aarón fueron los encargados de la dinámica de integración y se dio inicio, al instante; la dinámica duro media hora aproximadamente, después se dio inicio a la alabanza a cargo de Susi esta duro aproximadamente treinta minutos. El gozo en nuestros corazones nos inundaba al ver la presencia de Dios moviéndose en más de 100 jóvenes de distintas partes del presbiterio, esto solo era el inicio.
La noche cada vez se tornaba más fría pero eso no era cuestión de estorbo sino de muestra que Dios es tan cierto como el aire y que Dios nos había dado la bendición de estar vivos.
Al dejar el lugar después de la alabanza fue tomado por Carlos Neria, el encargado del tema en ese momento. Cuya base fue: jeremías 29:11-13 “porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes –Afirma el Señor- , planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocaran, y vendrán a suplicarme, y yo los escuchare. Me buscaran y me encontraran, cuando me busquen de todo corazón” (NVI)
Se nos hablo de formar la voluntad de Dios y no la nuestra, a dejar atrás los sueños y anhelos propios y tomar los de Cristo, “los pensamientos de Dios, no son los nuestros”.
Al final se hiso el llamado a los valientes MGR a pisar la línea de batalla (salir de sus lugares). Se arrodillaron ante Dios para hacer el compromiso de vivir y forjar la voluntad de Cristo en sus vidas. La oración continuo y la presencia de Dios tan cierta y fiel se movía alrededor de su pueblo, “Donde estén dos o tres congregados en mi nombre, ahí estaré en medio de ellos” al finalizar la oración, nuevamente se elevo el clamor ante el único Dios, pero, esta ocasión de manera distinta, en este momento, se encontraban orando unos por otros en su sociedad. La noche aun ya era más fría y tuvimos que terminar la fogata; se dio paso para presentar a la nueva directiva de jóvenes e invitar a visitar nuestra página de internet y al congreso juvenil de este año.
Agradecimos a Dios por la bendición tan grande que nos dio de haber realizado nuestra primera fogata en este año y por la visita de su presencia. Actualmente estamos esperando de manera gozosa el congreso de jóvenes que por gracia de Dios se ha de realizar en este mes, y sabemos que una vez más la presencia de Dios estará visitando la vida de muchos jóvenes dispuestos a iniciar la revolución.
Dios les bendiga